Bienvenida y Reflexión sobre el Cambio #blog #novedad

¡Hola, amigos!

Hoy empiezo una nueva andadura como bloguera. He estado blogueando durante muchos años, pero siempre lo hacía en inglés, más que nada porque era lo que me salía más natural en aquel momento, y también porque mis proyectos por aquel entonces también requerían que mi audiencia fuera de habla inglesa. Pues bien, eso cambia hoy. Porque el cambio es bueno. Porque es bueno cambiar de vez en cuando. Los cambios son tan buenos que he decidido escribir blogs en español, esperando que pueda conseguir una audiencia española considerable. Y porque es de sabios rectificar cuando ves que tus planes no salen como tú querías. Ojo, esto no es una rendición; es un cambio de estrategia… Pero eso ya lo iréis descubriendo poco a poco si me seguís.

Esta primera entrada sólo es para daros la bienvenida si me seguís por primera vez, para decir «¡Hola! ¡Qué bueno verte por aquí!» si ya me seguías antes, y para explicar un poco de qué va todo esto.

Para los que no me conozcáis, mi nombre es Cinta (¿Ah sí? ¡No me digas! No me había quedado claro por el título del blog…). Vale, eso ha sido redundante, lo reconozco. Me apasiona el inglés, me vuelven loca los libros (estoy leyendo el libro número 130 de este año), y me encanta escribir. Desde que me licencié como filóloga de inglés, a diferencia de muchos de mis colegas, no me puse a trabajar sirviendo patatas fritas, sino que he sido dependienta en una tienda, au-pair en Londres, profesora de inglés en mi propia academia hasta que la cerré, y perenne traductora freelance. Pero mi gran sueño, mi sueño de verdad, es ser escritora de éxito. Hasta ahora sólo soy escritora aficionada que ha publicado de forma independiente varios libros, así que mis objetivos están cambiando y tengo una nueva estrategia. Pero de nuevo, de eso ya os iréis enterando más adelante.

Pues sí, me encanta escribir. Es mi pasión, siempre tengo la cabeza en las nubes por culpa de los personajes que no dejan de hablarme (no, no estoy loca), y no puedo evitar escuchar conversaciones en el tren o en la calle e imaginarme una historia entera para esas personas. ¿Sabéis esas personas que se sientan en una cafetería y se ponen a mirar fijamente a la gente de las otras mesas? Pues yo soy una de esas personas. Confieso que he llegado hasta a seguir a personas por la calle en mi afán por sacar historias de hasta debajo de las piedras. Pero tranquilos, no soy una acosadora. Sólo una escritora.

¿Queréis saber cuál es mi mayor orgullo como escritora hasta la fecha? Haber ganado un premio literario internacional concedido por los lectores con mi libro de relatos para niños. Me presenté en la categoría de literatura infantil y, cuando vi que otro de los nominados era Jim Carrey (sí, el actor), se me chafaron todas las ilusiones porque, a ver, entre actor famosísimo y escritora aficionada a la que no conoce ni el Tato, ¿a quién creéis que le iban a dar el premio? ¡Pues me lo dieron a mí! Yo gané la medalla de oro y Jim Carrey la de bronce. No es que sea un premio muy prestigioso ni nada, ni me hice millonaria, ni significó que mis libros se empezaran a vender como rosquillas, pero mola mucho poder decir, «Yo gané a Jim Carrey en unos premios literarios». ¡Chúpate esa, Jim!

Y creo que eso es todo por ahora, porque me embalo y al final os lo voy a revelar todo en mi primera entrada. Seguidme y estad atentos, porque el domingo revelaré mi próximo objetivo en mi vida como escritora.

¡Sonreíd que la vida son dos días!